El karma se refiere a aquellas cosas que traemos pendientes del pasado y
que debemos solucionar, superar. En una carta astral, el Nodo Lunar Sur nos señala cuál es nuestro karma, nos da información de
nuestros condicionamientos, nuestras acciones reactivas, subconscientes,
automáticas, conductas que se convierten en defectos si nos quedamos estancados
en ellas. Mientras, el Nodo Lunar Norte nos señala el camino de nuestra misión,
aprendizaje y evolución en la vida.
En su carta
astral, Venezuela tiene el Nodo Sur en Piscis, signo de agua, emotivo, soñador,
que se mueve sin límites entre el bien y el mal sin tener claro la línea
divisoria entre ambas polaridades. La evasión de la realidad, el exceso de
credulidad, las ambigüedades, las agendas ocultas, forman parte de ese karma,
así como también la tendencia a reacciones emotivas, hormonales, la
idealización de los líderes a los que se sigue por su carisma o por su
capacidad de alborotar los ánimos del pueblo.
El Nodo Norte de Venezuela, su aprendizaje y misión,
está en Virgo, signo práctico y analítico. De allí que nuestra evolución
colectiva está en aprender a razonar los hechos fríamente, con racionalidad. La
misión está en el orden, la disciplina, el trabajo en equipo, en poner los pies
sobre la tierra y tomar decisiones prácticas. Generalmente los líderes muy
racionales o prudentes tienen un camino más largo que recorrer para convencer
al venezolano, cuyo aprendizaje es justamente analizar los que dicen sus
líderes, cotejar las diversas ideas, analizar sus ideas y propuestas, para
tomar la decisión más adecuada.
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